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Sobre La Trufa |
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La trufa es un hongo más, de tantos y tantos espontáneos que nos brinda la misteriosa naturaleza, siendo éste sin lugar a dudas el más distinguido y suculento de cuantos se ofrecen en el mercado; la trufa goza del sincero aprecio de los aficionados a la buena mesa y su sola presencia se presta, desde tiempos remotos, a ritos y ceremonias ancestrales en torno a sus múltiples facetas culinarias. |
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Un poco de historia |
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Los antiguos
egipcios comían la trufa rebozada en grasa y cocida en papillote. En el
siglo IV a. de C., un timbal al horno relleno con picadillo de pechugas de
faisán y trufas cortadas en finísimas láminas, aderezado todo ello con sal y
diversas especias, recibió el primer premio en una especie de concurso que
se celebró en Atenas.
La trufa crece subterránea y parásita, en terrenos
calizos, soleados y permeables, entre cinco y treinta centímetros bajo
tierra, pues su micelio vive en las raíces de ciertos árboles, en las
encinas, los avellanos y sobre todo en los robles. Los profesionales se
valen de animales amaestrados para extraerlas del suelo, siendo el perro o
el cerdo los más utilizados.
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Clases de trufas |
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Existen unas 70 especies de trufas, 32 de las cuales las tenemos en Europa.
Cada especie es muy diferente aunque pueden diferenciarse específicamente
tres tipos de trufa en orden de temporada: la trufa negra melanosporum o más
conocida como la trufa del Périgord que se recolecta de diciembre a febrero;
La trufa blanca del Piamonte o de alba que se recolecta de septiembre hasta
diciembre y la trufa de verano o tuber estivium. La negra del Périgord es la reina de las trufas. Brillat-Savarin la llamaba “el diamante negro de la cocina”. Se trata del Tuber Melanosporum, y Trufa negra es su nombre vulgar en castellano. De perfume intenso y delicado, de pulpa blanca al principio, luego gris-marrón, y negra violácea, presenta venas blancas cuando ha llegado a su completa madurez. Es ésta la trufa rotunda e invernal, aristócrata de los manjares. Una trufa negra de buena calidad debe ser redonda y de una sola pieza; solo adquiere todo su valor cuando está madura, lo cual hacía decir a Grimod de la Reynere: “Las trufas están realmente buenas después de la Navidad. Dejemos pues a los maestrillos ignorantes, a los glotones imberbes, a los paladares sin experiencia, la pequeña gloria de comer las primeras |
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