Águilas que sobrevuelan y crían en Avellaneda

Pincha en las fotos y se te amplían

 Una tarde del mes de julio; de hace  de hace ya  varios años. Dando uno de mis frecuentes paseos por el campo, encontré, trasteando entre las altas hierbas de un prado sin segar, a este hermoso ejemplar de águila culebrero, de las cuatro primeras fotos. Que incapaz de levantar el vuelo, agotado por el tiempo que llevaría sin comer y zozobrando entre las hierbas, se encontraba al borde de la extenuación. Encantado, lo llevé a casa. Busqué entre los vecinos quien tuviera algún resto de pollo, conejo o algún otro despojo. Lo que logré enseguida. Y con unas pinzas se lo acerqué al pico.
  Rápidamente se recuperó, y mientras eso ocurría , avisé al S.E.P.R.O.N.A.
 Esa noche durmió en ese cesto, tapado con una caja de cartón y en una habitación, al lado de la ventana.
  A la mañana siguiente lo recogió la Guardia Civil, para entregarlo al S.E.P.R.O.N.A.
   Me gustaría que fuera el de la foto central. Que hubiese vuelto al cazadero donde intentaron enseñarle sus padres.